Hola de nuevo, como en post anteriores, queremos volver a hablar de las habilidades que debe tener un formador, ya que hemos tenido acceso a unos vídeos que nos han cedido un grupo de chicas que colabora con el programa edúcame primero donde entrevistan a varias formadoras que han participado en el proyecto y estas nos cuentan la realidad de estar allí. Además, de las habilidades que creen necesarias para ser un buen formador o formadora.
Empezamos con Carmen García una de las formadoras participantes la cual nos cuenta que para ella según su criterio las competencias que debe tener un formador o cooperante son el trabajo en equipo ya que allí no tienes a nadie cercano y tienes que trabajar con otras personas; habla también de la empatía, de ponernos en el lugar de las otras personas, tanto de los niños como de los adultos para poder entender dentro de las características del contexto porque pasa esto, para así poder tratarlo y solucionarlo y por último nos habla de ser personas activas capaces de aportar ideas y sobre todo ser personas positivas ya que se trabaja en contextos difíciles y si no se es positivo cuesta mucho más trabajar en una situación de estas. Seguimos con Carmen Molina, otra de las formadoras o cooperantes en el proyecto para ella profesional y personalmente recomienda saber lidiar bien con la frustración ya que trabajas con grupos que a veces por mucho que des instrucciones u ordenes no te hacen caso por lo que también recomienda ser dinámico ya que si una actividad no resulta tienes que saber cambiarla en el momento y buscar alternativas. En definitiva podemos concluir diciendo que de las habilidades más importantes en un formador o cooperante son la empatía, el dinamismo y positivismo y el trabajo en grupo. El conjunto de estas habilidades hacen que podamos ponernos en el lugar del otro, entender el problema, buscar distintas alternativas y trabajar en ellas para poder darles solución. Para concluir, sentimos deciros que debido a problemas técnicos no podremos adjuntaros el fragmento de entrevista perteneciente a este post. Estamos solucionándolo y cuando lo tengamos lo pondremos. Esperamos que sea lo antes posible. Sentimos las molestias. Nos vemos muy pronto.
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El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Por lo que se podríamos considerar todo aquel trabajo peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño que puede interferir en su escolarización ya que les priva de la posibilidad de asistir a clases, les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o se les exige combinar el estudio con un trabajo pesado que requiere mucho tiempo. En las formas más extremas de trabajo infantil, los niños son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con frecuencia a una edad muy temprana). Cuándo calificar o no de “trabajo infantil” a una actividad específica dependerá de la edad del niño o la niña, el tipo de trabajo en cuestión y la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza, y los objetivos que persigue cada país. La respuesta varía de un país a otro y entre uno y otro sector. Si miramos los cálculos regionales indican que:
Por lo tanto, si hablamos de este tema y observamos los datos podríamos pensar que quizás cuando vamos a algún supermercado o compramos en alguna máquina expendedora, el artículo adquirido puede venir de manos de un niño por lo que cabe pensar si indirectamente los países más desarrollados estamos favoreciendo el trabajo infantil que se desarrolla en países con menos posibilidad de desarrollo que el nuestro.
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AUTORASSomos Ángela y María, dos estudiantes de psicología en la facultad de Sevilla. Archives
Mayo 2020
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