¡Hola a todxs! Hoy, como ya habíamos avanzado, os traemos una nueva sección titulada “La voz de Honduras” porque Esperanza es nuestra voz directa con la población Hondureña y la que nos proporciona y proporcionará información sobre el proyecto Edúcame Primero y, sobre la cuarentena que viven allí también. Pero… poco a poco, no tengáis prisas. Primero, vamos a seguir conociéndola y para ello, le hemos hecho una serie de preguntas, que nos han parecido relevantes, para esta primera toma de contacto. No hemos querido acotar nada de todo lo que no ha contestado, porque nos parece muy importante toda la información que nos proporciona, tanto de índole personal como profesional, así que, una vez terminada las presentaciones aquí os dejamos la primera parte de la entrevista a Esperanza Márquez.
La oportunidad de ser miembro del proyecto de Edúcame Primero Honduras y coordinar la implementación en terreno era una experiencia imposible de rechazar. He trabajado en Latinoamérica desde 2010 y me he especializado en la prevención y reducción del trabajo infantil, sus causas y consecuencias. Empezando con voluntariado, pasando a disfrutar de becas de cooperación hasta convertirme en personal técnico en coordinación de proyectos (figuras 1 y 2; al final de la publicación). Complementariamente, he trabajado con población migrante y desplazada tanto en España (Cruz Roja y Fundación Don Bosco) como en otros países. Las familias y las comunidades de contextos como Perú, Colombia y Honduras me dan la vida. 2. ¿Cuál fue su primera impresión al llegar a Destino? Pues llegué a Tegucigalpa, por primera vez, en Julio de 2019. Yo iba acompañada de un voluntario de la Universidad de Sevilla llamado Pablo Delgado Galindo. Nos recogió en el aeropuerto Andrea Castillo, la jefa del departamento de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Mi primera impresión fue mágica: la ciudad tenía mucha luz y mucho verde y tuve la sensación de que todo iba a salir más que bien. Yo venía del contexto peruano, Lima es una ciudad situada en un desierto árido, donde en nueve meses no se ve el sol (por la unión de la corriente de Humboldt que crea una masa nubosa permanente y la cercanía de la cordillera andina). En Perú había vivido las mejores experiencias personales y profesionales de mi vida. Al llegar a Honduras y ver que, a mi ilusión y mi esfuerzo se le unía un paisaje bonito y la oportunidad de trabajar con gente joven (8 practicantes de la UNAH y 4 voluntarios de la Universidad de Sevilla) me sentí muy afortunada y con muchas ganas de desarrollar Edúcame Primero Honduras. 3. ¿Qué esperaba encontrar allí a su llegada? Pues me preocupaba tener que empujar al equipo de personas facilitadoras para trabajar y para poder desarrollar los talleres “Espacios Para Crecer”, la estrategia principal de Edúcame Primero Honduras. No me preocupaban los menores, sabía que iba a encontrar niños y niñas con necesidades y llevaba herramientas para alegrarle un poco esos meses de vida. 4. ¿Fue como lo esperaba o diferente? Todo fue una maravillosa sorpresa.
5. ¿Cómo fue el recibimiento que le dieron al llegar? Pues nos recogió Andrea, la jefa de psicología de la UNAH. Nos llevó a desayunar y de ahí a la universidad. Tuvimos una hora para compartir con los practicantes nuestros deseos. De ahí nos llevaron a conocer una casa que nos habían buscado en un pueblito cercano a Tegucigalpa (Valle de Ángeles). Al final nos alojamos solo un día en aquella casa pero Pablo Delgado y yo recordamos aquella anécdota como algo muy divertido. En resumen, la señora mayor, dueña de la casa, nos asustó demasiado en aquella casa tenebrosa. Pues, ese primer día, almorzamos en Valle de Ángeles, probamos por primera vez las pupusas, las baleadas, el patillo típico (todo a base de frijoles). Poco a poco tuvimos que optar por variar nuestra dieta entre anécdota y anécdota. En el segundo día visitamos las escuelas y quedamos encantados con nuestro trabajo. El crematorio y el mercado estaban llenos de cosas por hacer. Lo del crematorio era algo extremo: la escuela Amor, Fe y Esperanza estaba muy bien pero el entorno y la situación de los menores no era nada agradable. Era un entorno de riesgo extremo, explotación infantil y carencias sociales y psicológicas. 6.¿Qué sintió al tomar contacto con las personas con las que ahora compartirá sus días? Sentí que iban a ser mi familia durante esos meses. Primero los voluntarios de la universidad de Sevilla con los que conviví en la misma casa. En cuanto a los practicantes de la UNAH, sentí que iban a ser nuestra compañía, nuestro apoyo y que todo iba a salir bien gracias a ellos. Estaban formados, tenían entusiasmo y querían hacerlo todo y bien. Recuerdo que al principio tuvimos que trabajar mucho el que todos éramos una pieza clave en Edúcame Primero Honduras, que los españoles no éramos los más inteligentes. Ellos y ellas, los hondureños, tenían el conocimiento de la comunidad, sabían cómo funcionaba el país, habían sido niños y niñas trabajadores (en alguno de los casos). Esto fue clave para el éxito del programa y así se lo hicimos saber 7.¿Y los niños? ¿Cómo fue el primero contacto con ellos y ellas? El primer día solo pudimos conocer quién era, jugar y tomar contacto con ellos. En los primeros encuentros ya íbamos observando sus necesidades. Entonces con cariño y ajustando los contenidos que teníamos planificados, conseguimos ir viendo pequeños cambios cada día. 8.¿Sintió algún cambio en usted cuando legó allí y vio las circunstancias en las que vivían? Me sentí muy tranquila al saber que estaba en el lugar adecuado y que la experiencia nos iba a enseñar mucho a todos y todas. Estaba feliz y no me cansaba, a pesar de levantarme a las 5 de la mañana y estar trabajando hasta por la noche. Sentía que faltaban días para completar formaciones, entrevistas, intervenciones, crear videos divulgativos, organizar actividades de coordinación, etc. Esta experiencia fue diferente a las anteriores porque yo no estaba sola. Éramos un equipo de 13 personas que estábamos aprendiendo día a día, a los que les ilusionaba el trabajo, creaban cada día material nuevo, canciones, juegos, herramientas. Y hasta aquí la entrada de hoy, espero que os haga la misma o más ilusión que a nosotras esta sección que hemos estrenado. Pronto volveremos con más "La voz de Honduras". Os mandamos fuerza y ánimos, recuerden quedarse en casa, cuidarse y cuidad a los vuestros. Todos juntos podemos superarlo. Nos vemos pronto.
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AUTORASSomos Ángela y María, dos estudiantes de psicología en la facultad de Sevilla. Archives
Mayo 2020
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